El anexo, en tanto, establece que las iglesias podrán realizar celebraciones litúrgicas reducidas en el tiempo –se recomienda 35 minutos diariamente y 45 para los oficios dominicales- y en la cantidad de feligreses, que no podrá superar el 50% de la capacidad del templo. Para ello, se recomienda colocar en la puerta un cartel indicativo al respecto.
Esta limitación rige también para los sacramentos como matrimonios y bautismos, que no deben realizarse de forma grupal. En todos los casos, la pila de agua bendita no podrá ser utilizada.
Así, por ejemplo, se señala que se omitirá el saludo de la paz y que para la distribución de la eucaristía el ministro debe utilizar tapabocas. Del mismo modo, se mantiene la dispensa para la misa dominical.
El Padre Pedro Luchese, de la Catedral, esto dijo a Cadena 3 Villa María.