Hoy, 30 de octubre, Argentina celebra cuatro décadas desde un hito crucial en su historia: las elecciones democráticas que marcaron el inicio de una nueva era. Hace cuarenta años, las calles del país se llenaron de celebración, ya que los argentinos, independientemente de su afiliación política, se unieron en un sentimiento de unidad y la conciencia de haber conquistado la democracia.
Este período de vida democrática ininterrumpida es uno de los más destacados a nivel mundial, a pesar de los desafíos en el camino. La victoria de Raúl Alfonsín en 1983 marcó el fin de una época oscura y el comienzo de la rendición de cuentas para quienes habían perpetrado la dictadura.
La recuperación nacional se basó en los pilares de memoria, verdad y justicia, que fueron construidos por los sindicatos, los organismos de derechos humanos y los movimientos populares antes de 1983.
La democracia se ha defendido y fortalecido en Argentina a lo largo de estos cuarenta años, impulsando no solo los derechos políticos, sino también los sociales y económicos. Se ha basado en la equidad, igualdad de oportunidades y justicia redistributiva.
Para consolidar estos logros, fue fundamental la unidad nacional que permitió la construcción de un futuro colectivo. La victoria de Alfonsín no significó la derrota de nadie, ya que todos los argentinos comenzaron a recuperar la paz, la libertad y la defensa de la vida.
En cada coyuntura crítica, la unidad entre los argentinos emergió, permitiendo acuerdos transversales entre diversas fuerzas y actores fundamentales. La sociedad argentina ha sabido diferenciar las contradicciones principales de las secundarias y unirse detrás de objetivos comunes.
En el 2023, debemos recordar que la democracia no es un hecho consumado, sino un proceso constante. La democracia es más que la elección de representantes; es un espacio donde florecen oportunidades, desarrollo, justicia social y bienestar para todos. En este aniversario, asumamos el compromiso de impulsar nuestra democracia frente a quienes buscan debilitarla, reafirmando su importancia como fundamento de la nación.