En Arroyo Algodón, una docente de una escuela rural, denunció el maltrato que sufrían dos hermanos, un niño de 12 años y una niña de 6, a manos de su padrastro.
Las condiciones en las que asistían a la escuela los dos menores llamo la atención de la directora de la escuela y llevó el caso a la Unidad Judicial. Afortunadamente, la justicia intervino de inmediato.
El fiscal René Bosio, habló con Cadena 3 y relató que la docente se percató de una lesión en el pie del niño y, comenzó a preguntar, el menor dijo que se había lastimado por estar trabajando en el campo. Además, relató que su padrastro le decía que debía ser «macho» y que el dolor era «mental».
Al ser revisados por médicos, los niños presentaban diversas lesiones. El mayor, presentaba escoriaciones y una lesión importante en el dedo gordo del pie, mientras que la de 6 años tenía moretones en la pierna. Habría otro niño de un año y 10 meses. Bosio confirmó que los menores ahora están bien, bajo el cuidado de su abuela, monitoreados por la Senaf.
El fiscal destacó la importancia del rol de los docentes en la protección de los menores. «Las maestras tienen contacto con los chicos, la mayoría son madres, y se dan cuenta cuando el chico está bien o está mal. Hacer ese seguimiento y denunciar inmediatamente es crucial».
Según explicó Bosio, al niño le tocaba encargarse de varias tareas rurales, que implicaban muchas fuerza para él, la utilización de carretilla o un carro. Se encontraba con maltratos, si no cumplía con esas tareas.
«Este chiquito se tenía que levantar a las 4 o 5 de la mañana, tanto en verano como en invierno, porque él si no hacía las tareas del campo, no iba al colegio», agregó el fiscal.
«Los chicos actualmente están con la abuela, una mujer de 61 años, en la ciudad de Villa María, monitoreados por la Senaf. Ellos están bien y manifestaron que están muy bien con la abuela, que la quieren mucho», concluyó.
Fuente: Cadena 3 Argentina.