El Club River se enfrenta nuevamente a la adversidad después de ser víctima de un nuevo delito que dejó instalaciones destrozadas y pérdidas económicas sustanciales. Ariel Scharff, presidente del club, expresó su preocupación ante la situación, indicando que se encontraron con el desolador panorama una tarde, descubriendo que «nos habían destruido todo lo que habíamos hecho».
La problemática no es nueva para el club, ya que Schar mencionó que hace veinte días sufrieron el robo de una bomba valuada en tres millones de pesos, destinada al riego de la cancha.
La impotencia de los directivos se refleja en las palabras de Schar, quien manifestó: «Nos preocupa muchísimo dejar las instituciones sin gente y sin nada». Los daños y pérdidas económicas impactan directamente en las actividades del club, generando un obstáculo significativo para el desarrollo de sus funciones y proyectos.